Una noche en casa, en Logroño, sin sueño y aburrido, me topé con https://plinko.org.mx/demo al buscar juegos casuales para desconectar. Me gustó que se pudiera probar sin registrarse ni pagar. El Plinko me pareció una mezcla entre suerte y diversión sin complicaciones. Después de probar en modo demo un rato, pasé a jugar real. Iba con una racha muy mala esa semana y ya pensaba dejarlo, pero justo una tirada me cayó en uno de los multiplicadores grandes. No salvó el mes, pero me devolvió las ganas.